Morgan Stark - El nuevo hierro
written by Hermione Romanoff
El día del aniversario de la muerte de Tony Stark, Morgan conoce a un antiguo amigo de su padre, y juntos, tendrán que pararle los pies a una organización criminal que se propone acabar con sus vidas.
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05/31/21
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El estudio
Chapter 6
Morgan cogió las gafas, con el permiso de Peter, y se las puso. Las gafas se iluminaron y una voz robotizada de mujer le habló.
_ Bienvenida, señorita Stark. Soy E.D.I.T.H. ¿En qué puedo ayudarla?
_ Solicito acceso al taller de mi padre... por favor.
Nada más decir esto, la pared que se hallaba frente a ella se abrió, haciendo retumbar todo el cobertizo. Una vez que este dejó de temblar, lo que antes era una pared maciza, ahora se había convertido en un pasadizo oculto que iba escaleras abajo. Morgan le devolvió las gafas a Peter y se encaminó hacia el pasillo.
A pesar de estar localizado bajo tierra, el corredor estaba bastante iluminado gracias a unas pequeñas bombillas posicionadas en el techo. El paseo no les duró mucho, ya que casi enseguida llegaron al final de las escaleras, las cuales desembocan en una inmensa habitación que se iluminó en cuanto los chicos entraron.
_ Este era el taller de mi padre _ explicó Morgan _ aquí era donde construía sus armaduras y demás.
El taller estaba en bastante buen estado, a pesar de haberse pasado diez años inutilizado. Algunos objetos estaban cubiertos de polvo y otros se habían quedado encendidos la última vez que fueron usados, perdiendo toda la batería. El lugar estaba lleno de cachivaches y aparatos electrónicos relacionados con la mecánica y estaba muy desordenado. Encima de una de las muchas mesas que había en la sala, se encontraban partes de armaduras incompletas como brazos, piernas e incluso algún dispositivo de armamento. Al final de la habitación había una puerta entreabierta. Morgan la reconoció enseguida, se dirigió hacia ella y la abrió.
La puerta daba lugar a otra sala. Esta era circular y estaba llena de grandes vitrinas pegadas a las paredes que contenían armaduras de una gran variedad de colores y formas. Para ser exactos, allí se encontraban nada más y nada menos que 85 armaduras, todos construidas a manos de Tony Stark; aunque, evidentemente, ni Morgan ni Peter se pararon a contarlas. Cuanto más avanzaban por la habitación, mejor diseñadas estaban las armaduras. Pero a pesar de haber decenas de trajes, Morgan sabía exactamente cuál coger.
_ Bienvenida, señorita Stark. Soy E.D.I.T.H. ¿En qué puedo ayudarla?
_ Solicito acceso al taller de mi padre... por favor.
Nada más decir esto, la pared que se hallaba frente a ella se abrió, haciendo retumbar todo el cobertizo. Una vez que este dejó de temblar, lo que antes era una pared maciza, ahora se había convertido en un pasadizo oculto que iba escaleras abajo. Morgan le devolvió las gafas a Peter y se encaminó hacia el pasillo.
A pesar de estar localizado bajo tierra, el corredor estaba bastante iluminado gracias a unas pequeñas bombillas posicionadas en el techo. El paseo no les duró mucho, ya que casi enseguida llegaron al final de las escaleras, las cuales desembocan en una inmensa habitación que se iluminó en cuanto los chicos entraron.
_ Este era el taller de mi padre _ explicó Morgan _ aquí era donde construía sus armaduras y demás.
El taller estaba en bastante buen estado, a pesar de haberse pasado diez años inutilizado. Algunos objetos estaban cubiertos de polvo y otros se habían quedado encendidos la última vez que fueron usados, perdiendo toda la batería. El lugar estaba lleno de cachivaches y aparatos electrónicos relacionados con la mecánica y estaba muy desordenado. Encima de una de las muchas mesas que había en la sala, se encontraban partes de armaduras incompletas como brazos, piernas e incluso algún dispositivo de armamento. Al final de la habitación había una puerta entreabierta. Morgan la reconoció enseguida, se dirigió hacia ella y la abrió.
La puerta daba lugar a otra sala. Esta era circular y estaba llena de grandes vitrinas pegadas a las paredes que contenían armaduras de una gran variedad de colores y formas. Para ser exactos, allí se encontraban nada más y nada menos que 85 armaduras, todos construidas a manos de Tony Stark; aunque, evidentemente, ni Morgan ni Peter se pararon a contarlas. Cuanto más avanzaban por la habitación, mejor diseñadas estaban las armaduras. Pero a pesar de haber decenas de trajes, Morgan sabía exactamente cuál coger.
