Después de unos segundos, en los que todo lo que vieron fue la oscuridad, apareció, justo delante de ellas, una pequeña y acogedora casita. Belén entornó los ojos, abrió la boca y se acercó con ojos tristes la casa.
_ ¿Estás bien? _ preguntó Minny, preocupada por su amiga.
_ Yo... Yo... _ empezó a decir _ Yo... conozco esta casa. Ésta... Ésta fue mi casa.
Minny la miró asombrada, no sabía que decir, y tenía muchas dudas. Estaba a punto de acribillarla con preguntas cuando en el jardín apareció una niña pequeña, correteando detrás de otro chico, de unos 17 años. Los dos parecían hermanos y estaban jugando juntos alegremente, hasta que aparecieron en el cielo unas sombras negras, iguales a las que habían descrito Albus, James y Lily. Las sombras entraron en la casita, destruyendo todo a su paso. Minny y Belén oyeron gritos provenientes de la casa, y bajaron corriendo a ayudar. Cuando llegaron a la casa, los mortífagos habían desaparecido y tendidos en el suelo había un hombre y una mujer, con los ojos abiertos y expresión de terror en sus caras. Belén se acercó a ellos, se agachó y se hecho a llorar, aunque lo disimuló muy bien. Minny no entendía que estaba ocurriendo con su amiga, y como si le hubiera leído la mente, Belén se levantó y empezó a explicar.
_ Estos son mis padres _ dijo con tono sombrío _ Cuando era pequeña, unos mortífagos entraron en mi casa y sin ninguna razón mataron a mis padres _ en ese momento, entraron la niña y el chico que habían visto antes, estaban sucios y el chico sangraba, cuando vieron a los dos personas muertas, se abrazaron y se pusieron a llorar _ Mi hermano era Auror _ siguió explicando Belén _ Sabía como defenderse y como atacar, por eso, consiguió salvarme la vida.
El entorno a su alrededor cambió, y se volvieron a encontrar en el ministerio, pero en un ministerio mucho más antiguo. Estaban en una sala, con otras personas que parecían no verles. Belén siguió:
_ No teníamos dónde ir, así que el ministro nos dejó quedarnos aquí, en el ministerio _ las personas en la sala empezaron a entrenar: lanzando hechizos todos a la vez, y la niña pequeña les imitaba _ Mi hermano me salvó gracias a su trabajo. Yo quería ser como él, así que entrené duro desde muy pequeña y me convertí en Aurora con seis años, pero nunca estuve a la altura.
El escenario volvió a cambiar, ahora se encontraban en una habitación oscura y sombría, estaban rodeadas de mortífagos, pero tampoco las veían. El silencio en la sala fue interrumpido cuando llegó una chica, clavada a Belén, pero algo más joven, con la varita en alto apuntando hacia los mortífagos.
_ Quería demostrar que valía, así que me colé en una de las reuniones secretas de los mortífagos con la intención de detenerlos, pero no fui capaz _ todos los mortífagos empezaron a dispararla con hechizos mortales, y apareció el chico que antes había visto y se la llevó de allí, mientras algunos hechizos le alcanzaban _ Mi hermano se enteró y vino a impedírmelo. Salvarme le costó la vida _ el paisaje cambió y se encontraron en una enfermería, el chico estaba tumbado en la cama, inmóvil y sin respiración. En el rostro de Belén resbaló una lágrima y se encontraron de nuevo en el ministerio del presente.