El regreso de los Potter 2 - Los mortífagos atacan
written by Hermione Romanoff
Minny descubrió el año pasado su verdadera identidad, ¡es una Potter! Todo iba bien hasta que los mortífagos la encontraron. El día que decidieron atacar, ella no estaba en casa, sin embargo, Harry sí, y sin resentimientos se lo llevaron. Minny se embarca en una aventura, junto con sus amigos, en la que tendrá que enfrentarse a los mortífagos si quiere salvar a su padre.
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05/31/21
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Los flashbacks
Chapter 25
_ Bueno Belén... ¿Por cuál de las tres vamos? _ preguntó Minny.
_ No lo sé. El interior de las puertas cambia continuamente. La única manera de saber cuál es la puerta correcta es con un hechizo no verbal, qué como habréis podido averiguar, desconozco.
_ ¿Y qué ocurre si abrimos la puerta incorrecta? _ dijo Minny muy angustiada, pero fingiendo indiferencia para no asustar a sus amigos.
_ Tampoco lo sé, pero teniendo en cuenta que este lugar fue creado por los mortífagos... Dudo que sea algo muy agradable.
Minny se quedó mirando fijamente a la primera puerta (la que estaba más a la izquierda) y su cerebro se puso en funcionamiento en busca de una solución. Pero por más que lo intentaba, ella no hallaba ninguna. Desesperada, se acercó a la puerta de madera y agarró el pomo, durante unos segundos, la habitación se quedó en silencio y todo en lo que Minny estaba concentrada, era la puerta que tenía enfrente. Minny se estaba concentrando tanto, que se apostaría lo que fuera a que ahora mismo le estaba saliendo humo por las orejas. Y de repente, como por arte de magia, (nunca mejor dicho) la mente de Minny se llenó de una especie de flashbacks sobre personas que caían a profundos surcos cavados en el suelo, y acababan muriendo de hambre o deshidratados.
Asustada, Minny se retiró hacia atrás con los ojos en blanco. "¿Estás bien, Minny?". Ella oyó esas palabras (dichas por Dylan) como si alguien las hubiera pronunciado desde muy lejos, pero no les dio importancia. Su cerebro seguía fijo en las puertas, y nada iba a moverlo de ahí. Muy lentamente, Minny se acercó a la siguiente puerta, agarró su metálico pomo y se concentró en ella como si fuera el único objeto existente en la Tierra. Como había pasado con la anterior puerta, Minny vio proyectadas unas imágenes en su cerebro que la alertaban de los peligros que se hallaban tras esa puerta. Solo que esta vez, lo que ella vio fue la gigantesca garra de una criatura feroz, que se cobraba la vida de todas aquellas personas que entraran en la habitación protegida por aquella robusta puerta.
Una vez más Minny se apartó de la puerta, y ante el asombro de sus amigos señaló la tercera puerta, la de cristal.
_ Esa es la puerta que nos mantendrá con vida _ ella misma notó en su tono de voz un pequeño índice de locura, pero, aún así, estaba segura de lo que decía.
_ ¿Có-Cómo lo sabes? _ preguntó Dominique.
_ Porque... Lo sé.
_ No lo sé. El interior de las puertas cambia continuamente. La única manera de saber cuál es la puerta correcta es con un hechizo no verbal, qué como habréis podido averiguar, desconozco.
_ ¿Y qué ocurre si abrimos la puerta incorrecta? _ dijo Minny muy angustiada, pero fingiendo indiferencia para no asustar a sus amigos.
_ Tampoco lo sé, pero teniendo en cuenta que este lugar fue creado por los mortífagos... Dudo que sea algo muy agradable.
Minny se quedó mirando fijamente a la primera puerta (la que estaba más a la izquierda) y su cerebro se puso en funcionamiento en busca de una solución. Pero por más que lo intentaba, ella no hallaba ninguna. Desesperada, se acercó a la puerta de madera y agarró el pomo, durante unos segundos, la habitación se quedó en silencio y todo en lo que Minny estaba concentrada, era la puerta que tenía enfrente. Minny se estaba concentrando tanto, que se apostaría lo que fuera a que ahora mismo le estaba saliendo humo por las orejas. Y de repente, como por arte de magia, (nunca mejor dicho) la mente de Minny se llenó de una especie de flashbacks sobre personas que caían a profundos surcos cavados en el suelo, y acababan muriendo de hambre o deshidratados.
Asustada, Minny se retiró hacia atrás con los ojos en blanco. "¿Estás bien, Minny?". Ella oyó esas palabras (dichas por Dylan) como si alguien las hubiera pronunciado desde muy lejos, pero no les dio importancia. Su cerebro seguía fijo en las puertas, y nada iba a moverlo de ahí. Muy lentamente, Minny se acercó a la siguiente puerta, agarró su metálico pomo y se concentró en ella como si fuera el único objeto existente en la Tierra. Como había pasado con la anterior puerta, Minny vio proyectadas unas imágenes en su cerebro que la alertaban de los peligros que se hallaban tras esa puerta. Solo que esta vez, lo que ella vio fue la gigantesca garra de una criatura feroz, que se cobraba la vida de todas aquellas personas que entraran en la habitación protegida por aquella robusta puerta.
Una vez más Minny se apartó de la puerta, y ante el asombro de sus amigos señaló la tercera puerta, la de cristal.
_ Esa es la puerta que nos mantendrá con vida _ ella misma notó en su tono de voz un pequeño índice de locura, pero, aún así, estaba segura de lo que decía.
_ ¿Có-Cómo lo sabes? _ preguntó Dominique.
_ Porque... Lo sé.
