El regreso de los Potter 2 - Los mortífagos atacan
written by Hermione Romanoff
Minny descubrió el año pasado su verdadera identidad, ¡es una Potter! Todo iba bien hasta que los mortífagos la encontraron. El día que decidieron atacar, ella no estaba en casa, sin embargo, Harry sí, y sin resentimientos se lo llevaron. Minny se embarca en una aventura, junto con sus amigos, en la que tendrá que enfrentarse a los mortífagos si quiere salvar a su padre.
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05/31/21
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De vuelta a la aventura
Chapter 20
Las chicas y Dylan, bajaron a la planta baja, donde se encontraba la recepción. Todos se guardaron los bocadillos y Minny le entregó la llave al viejo dueño del hostal. El anciano miró a Minny con su habitual mirada fría y luego preguntó con una voz fúnebre:
_ ¿Habéis cogido algo de la nevera de la habitación?
Minny, abriendo mucho los ojos, miró a Dylan , que estaba teniendo una lucha interna contra sí mismo para no reírse y poniendo cara de niña inocente respondió:
_ No señor, en absoluto _ el recepcionista frunció el ceño y Minny se dió la vuelta en dirección a la salida, con la cabeza agachada para ocultar la amplia sonrisa que se estaba formando en su cara. En cuanto ella y los demás salieron de la posada sacaron sus bocadillos y siguieron comiendo, de nuevo en camino hacia Ópidum.
_ ¿Cuánto nos queda para llegar? _ preguntó Dominique.
_ Unos cuántos días _ respondió Belén.
_ ¿Para llegar a donde? _ dijo Dylan. Todas se giraron hacia él _ Todavía no me habéis dicho hacia dónde vais.
Minny miró a Belén, Dylan le había caído bien y se sentía culpable por ocultarle tantas cosas.
_ ¿Nos das un momento? _ dijo ésta. Dylan asintió y las chicas se apartaron un poco de él.
_ Minny, no podemos.
_ Pero Belén, él está viajando sin rumbo fijo y si va a venir con nosotras, qué menos que decirle hacia dónde.
_ Es peligroso... _ intervino Dominique.
_ Pues no sé vosotras, pero yo confío en él.
Las tres se quedaron en silencio, pensativas, y al rato, Belén miró a Dominique, la cuál asintió y dijo:
_ Tú confías en él, y nosotras confiamos en tí.
_ ¿Habéis cogido algo de la nevera de la habitación?
Minny, abriendo mucho los ojos, miró a Dylan , que estaba teniendo una lucha interna contra sí mismo para no reírse y poniendo cara de niña inocente respondió:
_ No señor, en absoluto _ el recepcionista frunció el ceño y Minny se dió la vuelta en dirección a la salida, con la cabeza agachada para ocultar la amplia sonrisa que se estaba formando en su cara. En cuanto ella y los demás salieron de la posada sacaron sus bocadillos y siguieron comiendo, de nuevo en camino hacia Ópidum.
_ ¿Cuánto nos queda para llegar? _ preguntó Dominique.
_ Unos cuántos días _ respondió Belén.
_ ¿Para llegar a donde? _ dijo Dylan. Todas se giraron hacia él _ Todavía no me habéis dicho hacia dónde vais.
Minny miró a Belén, Dylan le había caído bien y se sentía culpable por ocultarle tantas cosas.
_ ¿Nos das un momento? _ dijo ésta. Dylan asintió y las chicas se apartaron un poco de él.
_ Minny, no podemos.
_ Pero Belén, él está viajando sin rumbo fijo y si va a venir con nosotras, qué menos que decirle hacia dónde.
_ Es peligroso... _ intervino Dominique.
_ Pues no sé vosotras, pero yo confío en él.
Las tres se quedaron en silencio, pensativas, y al rato, Belén miró a Dominique, la cuál asintió y dijo:
_ Tú confías en él, y nosotras confiamos en tí.