El día que Harry Potter regresó a Hogwarts Ludwig y Bastian se encontraban afuera en una misión, con lo sucedido en la Academia de Magia y Hechicería todos los mortífagos fueron convocados para atacar el castillo, Bloodstain y Henrich acordaron que ya era hora de pelear abiertamente contra los mortífagos y desenmascararse pues Voldemort estaba llegando muy lejos y si ganaba aquí posiblemente no habría un después. Cuando las hordas del Señor Tenebroso atacaron el Castillo de Hogwarts, Ludwig Henrich en compañía de su basilisco Bastian y su mejor amigo Vladimir Bloodstain pelearon abiertamente contra ele ejército de Voldemort, se encontraban en gran desventaja numérica y sus habilidades les permitían mantener el paso pero poco a poco sus fuerzas iban mermando debido a la fatiga; Ludwig vio morir a Bastian frente a sus ojos sin poder hacer nada, el dolor lo desgarraba pero siguió luchando, al momento que Lord Voldemort dio la orden de retirada a sus fuerzas Ludwig y Vladimir fueron a asistir a Bastian pero nada se pudo hacer mas que enterrarle y decir una palabras en honor al valiente basilisco que luchó por Hogwarts, cabizbajos entraron al castillo y de inmediato las cosas se pusieron tensas pues todos veían a Henrich como un mortífago, entonces Neville Longbottom intercedió por Ludwig explicando cómo los había estado ayudando todo el año tras las sombras, el encantamiento obliviate de Henrich se deshizo y todos los estudiantes de Hogwarts a los que había ayudado recordaron lo que él hizo por ellos “¡Bloodstain y yo no somos sus enemigos! Sólo vengo a llorar la pérdida de mi amigo Bastian”, entonces Ludwig pasó la noche en recluido en Hogwarts lamentando la muerte de su basilisco y Vladimir Bloodstain pasó la noche ayudando a los heridos de la batalla.